Schiller's Liquor Bar
Los dueños del Balthazar y del Pastis han tomado la sabia decisión de buscar nuevas zonas menos trilladas y han posado sus reales en una de las calles más calientes de la ciudad. No contentos con ello además vuelven a repetir la fórmula; buena comida a precios razonables y buen ambiente para tomar la primera copa y, aquí viene el valor añadido, en un entorno que reconstruye completamente un bar de vinos y licores de hace 50 años. La gente, como lo es en el Lower East Side, cool pero sin pasarse, el ambiente ideal, no hay todavía demasiado turista por la zona y eso hace que si eres capaz de mimetizarte puedas pasar por uno de ellos y vivir la ilusión de ser un auténtico Neoyorquino. Ya, si quieres el plus pásate los fines de semana a la hora del brunch. 131 Rivington St., Tel. 212-260-4555 Nueva York.
Apt
Es difícil conseguir un buen apartamento en Nueva York, ya los hemos visto en películas y series y lo tenemos interiorizado. Pero más complicado es aún encontrar uno en el que sirvan buenas copas y pinchen música aceptable. Si además es uno de los lugares más cool de la ciudad y su clientela mantiene el secreto de su entrada para evitar que las masas lo invadan, eso lo convierte en un lujo en medio del Meatpacking. Dos ambientes distintos y muchos recovecos para tomarte una buena copa. No te preocupes si crees que no encuentras la entrada, desde la calle no hay indicación alguna, pero tu empuja la puerta y ya verás que no te has equivocado. 419 W 13th St, Nueva York, 212- 414-4245.
Ya sé que no te lo vas a creer pero de todas maneras yo te lo cuento. Uno de los mejores lugares para comer en Nueva York es un Restaurante sin ventanas en el sótano de la Estación Central. Además en el restaurante como tal no es barato comer y el bar no es excesivamente cómodo, comes en unas mesas comunitarias y sobre un taburete. Ahora, si quieres un consejo pruébalo, si no has heredado recientemente te bastará el bar. Prueba sus ostras, más de 20 tipos, o su bocadillo de pastel de cangrejo de Maine o de gambas u ostras fritas, si no pides la carta de sándwiches no te la darán. Ahora pide una cerveza de barril y disfruta del entorno. Te aseguro que merece la pena, de hecho sólo llevan desde 1913 siendo originales a su fórmula. En la 42 con la Avenida Vanderbilt.
Mark Seliger In My Stairwell es la última exposición que se debe visitar en Barcelona. Mark mantiene en la actualidad simultáneamente obras de esta serie en varios lugares del mundo y es una posibilidad única de ver a los ricos y famosos desposeidos de poses y adornos, posando en blanco y negro en el hueco de un ascensor y con una transparencia en la mirada que en algunos casos deja ver su verdadero alma. No te la pierdas y si has heredado hace poco cómprate una que algún día has de empezar a acumular belleza. C/ Santa Teresa 8, de Barcelona.
