Vemos que cada día hay más ilustradores que dan el salto a la categoría de artistas de culto; hoy son famosos Jordi Labanda, Mark Ryden o Gary Bareman y la gente hace colas, en el mejor de los casos, para lograr obra suya. Pero es de justicia reconocer que hace un par de generaciones fueron otros los que abrieron el camino. La semana pasada se inauguró una excelente exposición en Barcelona dedicada a Mariscal, Montesol, Ceseepe y Nazario, cuatro de los monstruos que mientras luchaban contra la dictadura política también lo hacían con la estética gris y aburrida de aquellos años grises, doblemente. Hoy se les homenajea en una de las galerías mejor ubicadas de la ciudad y aunque hayan perdido parte de su radicalismo todavía se disfruta viendo obra con alma. Hasta finales de enero en C/ Montcada 20, Barcelona.
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