Es la mañana soleada de un sábado de mayo, la liturgia de las visitas a Londres dicta que hay que visitar Portobello, aunque cada vez apetece menos por las masas de turistas por lo que sólo hay dos maneras de hacerlo; bien pegándote un buen madrugón y acabar la visita antes de las 11 o arriesgarte a verte engullido por las hordas de marujos que mochila y cámara en mano que se empeñan en fagocitar lo que podría ser un buen mercado de pulgas. Pero hay una vía intermedia (si la noche anterior ha impedido llegar a la hora), visitar las calles adyacentes, como Kensington Park Road o Ledbury que tienen algunas de las mejores y más curiosas tiendas de la ciudad. Sin duda una de ellas es la de Sir Paul, organizada como una casa, en la que cada estancia presenta la ropa de su ocupante… vas subiendo las escaleras y viendo distintas ambientaciones y estilos… y te cruzas con él, te saluda y sigues chafardeando entre su ropa… ¿sucedió de verdad?. 122 Kensington Park Road, Londres.
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