Una para los amantes del dulce, considerado el mejor pastelero de Francia, seguramente eso le debe situar también entre los mejores del mundo (junto con nuestro Oriol Balaguer y Torreblanca, pero no habrá duda si le preguntas a un francés. Lo cierto es que la gente hace cola pacientemente con temperaturas que duras penas alcanzan los 0º para comprar pasteles, mermeladas, marrons, chocolates y bombones o su especialidad, los macaroons de diferentes sabores según la época del año y con sorpresas como los de higo y foie. No es barato pero merece la pena. Posiblemente uno de los mejores reposteros del mundo. Como curiosidad decir que Le Figaró lo eligió hace unos días como el lugar donde comer el mejor croissant de París en una cata ciega que organizaron sin avisar a los reposteros, compraron sin identificarse y votaron sin saber a quien pertenecía cada uno, así que por 1€ puedes probar lo mejor. Cierran los lunes. 72, rue Bonaparte, París.
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